
El Mentisan es para todo, ¿el comunicador, también?
Hecho en Bolivia, el Mentisan es un ungüento mentolado que es usado por todos y para todo. Es un producto reconocido e “imprescindible” en los hogares bolivianos: ¡Como me gustaría decir lo mismo de los comunicadores en las organizaciones!
¡Comunicadores!, nos toca hacer de todo y, por si fuera poco, con la llegada de las redes sociales se nos sumó más trabajo: “Ahora somos los mentisanes de la organización”, lo dijo un colega en un curso de community manager.
Para muchas empresas o instituciones no somos imprescindibles, ya que en tiempos de crisis aparece alguien más que puede hacer un tríptico, una revista, un video, como si solo de eso se tratara.
En mi experiencia, el ocupar el cargo de responsable de comunicación es lo más cercano a ejercer la comunicación organizacional. Cuando te contratan, en la mayoría de los casos, esperan que sepas redacción, diseño y fotografía, producción de video y audio, gestionar las redes, etcétera. El saber de estrategia corre por nuestra cuenta, para muy pocos dicha competencia es un requisito fundamental del comunicador.
Cuando en una institución han logrado ver la necesidad de contratar un comunicador, ten por seguro que él o ella no es un experto en todo, aunque le tocará hacer de todo dependiendo del producto que esperan. Tomando en cuenta el presupuesto del área de comunicación es una utopía pedir que contraten a todo un equipo, aunque sería lo ideal, así poder diferenciar lo operativo de lo estratégico.
Se dice que el Mentisan ganó prestigio por su “efectividad terapéutica y la diversidad de aplicaciones que tiene”. Ya quisiéramos los comunicadores ser reconocidos por nuestra “efectividad terapéutica”, si es que no por nuestra efectividad estratégica.
Trabajé en instituciones dedicadas a educación, medioambiente, turismo, derecho a la ciudad, salud y apoyo a micro y pequeñas empresas. He aprendido que la teoría y la práctica siempre pueden ir de la mano; también, sé que es posible dejar de buscar recetas y ser estratégicos más que operativos.
Pareciera que los comunicadores buscamos hacer de todo sin enfocarnos en un todo, el todo que hace a la organización: las personas.El reto está en hacer que nuestro trabajo vaya más allá de solo producir medios y mensajes.
Sabemos que la comunicación no es un fin en sí mismo, debemos entender que una revista no garantiza que mejore la comunicación interna o un video, la comunicación externa. De igual forma que el friccionarse con un ungüento no garantiza la cura de un dolor de cabeza o de una quemadura.