
Con pasión extrema por la comunicación
Hace unos días empecé a leer a Fernando Véliz, específicamente su libro “Comunicar” y desde las primeras líneas uno siente la pasión con la que escribió. No es el primer libro que me comunica eso, pero resalto a este autor porque hice mía una frase suya: “Se escribió con pasión extrema”
Pasión es un apalabra que se escucha a diario, es un término con mucha fuerza: me apasiona lo que hago, pasión de multitudes, hazlo con pasión, ¡ámame con pasión!, La Pasión de Cristo…
Pero estos días he llegado a preguntarme qué significa exactamente pasión, después de algunas lecturas encuentro que hay una palabra que para mí lo describe en su extensión: “intensidad”.
¿Acaso no lo hemos sentido en algún momento?, claro que sí. Alguna vez, seguramente, te enfocaste en algo y te olvidaste del mundo; fue tal la “intensidad” que llegaste al final. En ese proceso, te das cuenta lo que te costó y entiendes que pasión más allá de una aparente acción positiva, conlleva sufrimiento, ya que deriva del verbo padecer. También, asumes la importancia de la comunicación intrapersonal.
Pues ahí, es donde empieza todo, como lo describe, precisamente, Fernando Véliz: “Nunca olvide que la comunicación no es algo externo a usted. Nosotros, los seres humanos, somos comunicación, cuando comprendamos esto, podremos captar que la primera transformación se encuentra en nuestro interior…”
Todo esto me permite deducir con vehemencia que solo la pasión nos permite alcanzar una verdadera comunicación intrapersonal y posteriormente interpersonal, grupal, organizacional y con el mundo.
Sé que hay muchos colegas que lo sienten y muchos estudiantes que lo van descubriendo. Yo encontré mi pasión, vivo con intensidad; con pasión extrema por la comunicación y es lo que quiero compartir desde “Mi Comunicología”.